Niño Inmortal
Se pasa gran parte del día soñando despierto, con seres únicos, con atravesar el espacio, o viajar en el tiempo.
Pero lo que realmente desea, es ser Inmortal, y poder vivir para siempre.
David es un niño muy cabezota, y aunque la gente le decía, que su deseo no se podría realizar jamás, no dejaba de buscar la forma de poder cumplir su sueño.
Este niño, observó, preguntó, e investigó, leía todos los libros que le llevará a conseguir una pista para hacer su deseo realidad, cómo por ejemplo, poder dominar el tiempo, paralizarlo, hacerlo infinito, esa idea fue creciendo y creciendo, primero abstracta, luego difusa, pero al final concreta, tenía que hacerse infinito.
El objetivo lo tenía claro, la inmortalidad.
Para ello, tenía que seguir investigando, cómo poder llegar a formar parte de la eternidad.
David pensaba para sus adentros:
Quizás debía encontrar una lámpara mágica como la de Aladino, con un Genio dentro, para poder formular el deseo, desde luego no iba a ser fácil, pero los mayores siempre me dicen, que si quieres algo con mucha fuerza e intensidad, y luchas para conseguirlo, puedo obtener todo lo que me proponga. Así que sólo he de encontrar la forma de conseguirlo y luchar por ello.
Quizás debía encontrar una lámpara mágica como la de Aladino, con un Genio dentro, para poder formular el deseo, desde luego no iba a ser fácil, pero los mayores siempre me dicen, que si quieres algo con mucha fuerza e intensidad, y luchas para conseguirlo, puedo obtener todo lo que me proponga. Así que sólo he de encontrar la forma de conseguirlo y luchar por ello.
David siguió buscando y buscando, preguntando y preguntando, hasta que por fin, leyó una historia en la que hablaban del espíritu del tiempo, si le invocabas, si le llamabas con muchas ganas, podía aparecer frente a ti y conceder deseos relacionados con el tiempo, así que era perfecto, eso es lo que quería, lo tenía clarísimo, había que llamar al Espíritu del Tiempo.
Cerró los ojos, pensó e imaginó con todas sus fuerzas al Espíritu del Tiempo, lo llamó y aclamó, y al abrir de nuevo sus ojos allí estaba, era de una belleza extraordinaria, elegante, delicada, y desprendía luminosidad, parecía tener el tiempo en sus manos, de rostro dulce, y voz suave, se acercó a David, y le susurró tiernamente al oído:
"Hola David, he escuchado tu llamada y vengo para saber el motivo, por el cuál tienes tantas ganas de hablar conmigo."
David, perplejo, porque no se terminaba de creer lo que estaba viviendo y oyendo, pues ¡había resultado, estaba hablando con el Espíritu del Tiempo!, así que se tranquilizó, aparcó los nervios, y le contó su propósito; ser Inmortal.
El Espíritu, le escuchó y le concedió su deseo, ser Inmortal, un niño inmortal de La Ciudad Inmortal, una ciudad, donde el tiempo no pasa, y puedes vivir eternamente entre sus calles,... pero... eso no es lo que David tenía en mente, estaba muy bien, porque allí todos eran inmortales, sí, inmortales de La Ciudad Inmortal, e inmortales de no morirse nunca, pero... allí no conocía a nadie, él quería vivir con sus padres, jugar con sus amigos y vivir para siempre con la gente que quiere, y eso ya no iba a ser posible, su gente se había quedado en un mundo mortal, al que ya no regresaría, por querer ser Inmortal, y se dio cuenta que ese deseo ya no le gustaba tanto y empezó a llorar y llorar de tristeza, tanto que el Espíritu del Tiempo regresó para preguntarle, por qué sollozaba si su deseo se había cumplido.
David le explicó, su preocupación, su temor de no volver a ver a la gente que quiere.
El Espíritu del tiempo, le escuchó atentamente, y le dijo, que si deshacía el deseo, ya no podría volver a llamarla más, y todo lo que había hecho para conseguir hablar con ella, habría sido en vano, no habría servido para nada, todo seguiría igual que antes.
David todavía con lágrimas en los ojos, asintió con la cabeza, entendía que si regresaba atraves del túnel del tiempo, ya no podía echarse atrás de nuevo, esta decisión era la definitiva y tendría que dejar de soñar con ser Inmortal.
El Espíritu del Tiempo, antes de desaparecer para siempre y hacerle regresar por el túnel del fuego atemporal, le confesó un secreto que resultaría muy relevante a David para su futuro, un secreto tan importante, que le haría conseguir su objetivo al niño.
Le reveló, el verdadero significado de la inmortalidad.
Todos piensan que la inmortalidad es vivir para siempre.
Pero para ser inmortal, sólo tienen que recordarte eternamente, a través de los tiempos, y esa labor está en tus manos, si consigues realizar algo tan grande que nadie lo pueda olvidar, todos te recordarán.
Ánimo tú puedes ser Inmortal.
FIN
Este relato está dedicado a un seguidor muy especial, que me dijo que escribiera un cuento sobre un niño inmortal, bueno pues aquí lo tienes, no sé si es lo que esperabas, pero espero que te guste.
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