Viaje a Gran Canarias
Agosto 2014
Me encanta viajar, y más cuando la compañía es inmejorable, el clima acompaña, los lugareños son sencillamente magníficos, y el lugar sólo te ofrece placer visual, gastronómico, cultural, de entretenimiento...
El vuelo de ida fue algo más movido que el de vuelta, pero gracias a David, que me ayudó a superar mi miedo atroz a volar muy alto, para después caer en picado, lo sobrellevé bastante bien, creo que mantuve el tipo, nadie se dio cuenta de mi estado catatónico durante el ascenso, o que mis uñas se quedaran clavadas en los reposabrazos de los asientos, durante las turbulencias.
El hotel era espectacular, teníamos nuestra propia cala privada, piscinas con jacuzzi, la habitación tenía un vestidor con espejos en todas las puertas del armario.
Había espectáculos nocturnos, entretenimientodiario con actividades para adultos y mini club para los niños.
Aunque sinceramente pasamos más tiempo visitando la isla, que descansando en el hotel.
Hotel BlueBay Beach Club
El primer día, recorrimos la zona sur de la isla, pero adentrándonos en su interior, visitamos gran cantidad de pueblecitos de montaña, y la ruta con el coche, por carreteras enanas sin quita miedos, con barrancos a los lados y curvas con forma de espiral, atemorizaban a cualquiera que se cruzara en ellas.
De todo lo que visitamos ese día, lo que más me llamó la atención fue la Necrópolis de Arteara, el pueblecito es un oasis en mitad de unas montañas desérticas, y la primera vez que ves esos montículos de piedra, no te puedes quedar indiferente al averiguar su significado;
tumbas de los antiguos aborígenes.
Las dunas de Maspalomas, qué contaros de ellas, un lugar mágico, por el que puedes pasear descalzo a cualquier hora del día o de la noche, el paseo nocturno por la orilla del mar, era casi obligatorio, una noche debido al cansancio, nos quedamos dormidos sin salir, y al día siguiente parecía que nos hubiera faltado algo.
Las actividades acuáticas que realizamos, fueron una pasada, alucinantes; parapente, paseo en banana, moto acuática, snorkel, pesca, montar en yate, tomar el sol en cubierta tomándote un tinto de verano,...
Desde luego inmejorable, jeje.
Desde el Puerto de Mogan, pasamos un día en yate, el Blue Marlin.
Avistamiento de delfines, galápagos, peces voladores...
chuletas a la barbacoa a bordo, bebida inagotable...
más actividades acuáticas...
Cala privada donde bañarse con aguas cristalinas...
Todo a un precio insuperable.
El puerto de Mogan es precioso, con canales, adornos florales en las casas, colorido, arquitectura llena de arcos. Pasear por el pueblo es espectacular.
De camino al hotel, pasamos por Puerto Rico, casas blancas, escalonadas en la montaña, y paramos en una playa de postal.
Playa de Amadores, tenía una multiaventura acuática, un hinchable donde hay que pasar pruebas de escalada, balanceo, equilibrios...
y como no, tuvimos que probarlo, David consiguió escalar una pared de 10 metros, yo caí al agua justo cuando estaba llegando a la cima.
Desde luego no desaprovechamos ninguna oportunidad de disfrutar, tanto con las rutas en coche, por parajes únicos, desérticos, acantilados, montañosos, de difícil acceso; encontramos una tetera gigante en mitad de un camino, un molino de agua que parecía un acueducto de piedra, publecitos entrañables donde pudimos degustar magníficas papas arrugadas con mojo picón.
Cómo la oportunidad de ver bodegas que me sorprendieron gratamente al catar sus caldos, y la destilería de Ron más famosa de la isla. Y siempre sin dejar de sorprender, lo bien que sienta tomarte un heladito y una bebida refrescante en una terracita frente al mar.
El barranco de Guayadeque subida impresionante, que lleva a las Casas Cuevas, escarbadas en la roca de la montaña.
En el restaurante, comimos las mejores papas arrugadas de la isla, y un postre llamado "bien me sabe", yo volvería de nuevo, sólo por volver a probar deliciosos manjares.
La Caldera de Bandama, es un cráter impresionante, formado por la implosión de un volcán.
Un habitante ermitaño, vive en su interior. Ufff qué miedo, por muy extinto que esté el volcán, me tendría preocupada pensar que la madre naturaleza se revelara de nuevo...
En fin, justo arriba de la Caldera, hay un campo de golf, y dicen que es el primero que se construyó en España.
Día cultural
El Jardín Botánico Canario es inmenso, bromeábamos diciendo que tres años después, seguiríamos buscando la salida. La verdad es que estábamos muy cansados con el ritmo de visitas a la isla que llevábamos, pero es que realmente era enorme, había diversos caminos que subían y bajaban la montaña, algunos divergían, en mas caminos, convirtiendose en un laberinto natural de árboles y rocas.
Pero sin duda alguna, me encantó ver la hermosura de la vegetación autóctona.
El Museo Tecnologíco de Las Palmas, fue entretenido, lo mejor, poder montar en la cabina de un avión de combate, e incluso en la de un avión comercial de Iberia.
Arucas tiene una iglesia gótica preciosa, parques embaucadores, y descubrimos por casualidad, paseando por sus calles, un museo de la antigüedad, donde podías encontrar la recreación de una barbería antigua, un cine con butacas de madera, vestidores de época, un montón de accesorios antiguos, que incluso podías comprar, cómo un lavabo de porcelana de los años 20 o una máquina de escribir de los 50.
Aunque Arucas es conocida por su destilería de Ron:
Destilería Arehucas
abierta al público, con degustación gratuita de sus rones y licores, a quién le guste un roncito dulce, no puede dejar de probar el ron miel canaraio.
Cenobio de Valerón
Granero que usaban los aborígenes de antaño, para almacenar alimentos, principalmente granos, en pequeñas cuevas familiares.
Cuando tenían un buen año de cultivo, cada familia tenía su recoveco particular donde guardaban sus cereales y frutos secos, bien tapiados con argamasa, para que se pudiera preservar durante años, y acceder a esos almacenajes durante la época de vacas flacas.
Y yo me pregunto, ¿cómo llegaban los aborígenes hasta allí arriba? Porque a nosotros nos han construido unas escaleras super monas bordeando la montaña, y aún así, pensé que no llegaba nunca, así que no me extraña que fuesen sólo de cuando en cuando, como para escalar todos los días la montañita.
Galdar es un lindo pueblo del norte de la isla, y si pasas por allí, no puedes dejar de ver el Museo Arqueológico, a ser posible con un guía que te explique al detalle el significado de la casa pintada, la cultura de los antiguos aborígenes de la isla, o cómo encontraron la excavación.
Que puedes ir leyendo los cartelitos, o las guías audiovisuales, donde lo explican todo muy bien, pero la cantidad de curiosidades, que le preguntamos a la chica que nos guiaba la visita, no hay letrero o pantalla de televisión, que lo explique mejor.
El Roque Nublo son dos rocas enormes en el punto más alto de la isla, donde antiguamente los chamanes de los pueblos aborígenes, realizaban rituales.
Lo mismo digo, ¿cómo llegaban antiguamente hasta allá arriba? Si yo llegué prácticamente asfixiada, bueno también tuvo la culpa la alergia que me provocó el bosque de pinos que atravesamos para llegar, ya que además de no poder respirar, mis ojos no paraban de llorar, pero yo dije que subía y subí.
Por el camino vimos un reloj de sol, y desde arriba del todo se podía divisar a lo lejos, El Teide de Tenerife.
Y bueno ya para terminar mi viaje, os comento mi paso por un parque temático:
Mundo Aborigen.
Nos fascinó tanto la cultura de los aborígenes canarios, que decidimos visitar un parque, un hábitat, que se refería exclusivamente a eso, a cómo llegaron los primeros habitantes a la isla desde África y cómo adaptaron sus conocimientos a estas nuevas tierras, diferente a lo que ellos conocían. Lección que nos llevamos bien aprendida, gracias a nuestra fantástica guía del Museo Arqueológico.
Gran Canarias 2014
El hotel era espectacular, teníamos nuestra propia cala privada, piscinas con jacuzzi, la habitación tenía un vestidor con espejos en todas las puertas del armario.
Había espectáculos nocturnos, entretenimientodiario con actividades para adultos y mini club para los niños.
Aunque sinceramente pasamos más tiempo visitando la isla, que descansando en el hotel.
Hotel BlueBay Beach Club
El primer día, recorrimos la zona sur de la isla, pero adentrándonos en su interior, visitamos gran cantidad de pueblecitos de montaña, y la ruta con el coche, por carreteras enanas sin quita miedos, con barrancos a los lados y curvas con forma de espiral, atemorizaban a cualquiera que se cruzara en ellas.
De todo lo que visitamos ese día, lo que más me llamó la atención fue la Necrópolis de Arteara, el pueblecito es un oasis en mitad de unas montañas desérticas, y la primera vez que ves esos montículos de piedra, no te puedes quedar indiferente al averiguar su significado;
tumbas de los antiguos aborígenes.
Las dunas de Maspalomas, qué contaros de ellas, un lugar mágico, por el que puedes pasear descalzo a cualquier hora del día o de la noche, el paseo nocturno por la orilla del mar, era casi obligatorio, una noche debido al cansancio, nos quedamos dormidos sin salir, y al día siguiente parecía que nos hubiera faltado algo.
Las actividades acuáticas que realizamos, fueron una pasada, alucinantes; parapente, paseo en banana, moto acuática, snorkel, pesca, montar en yate, tomar el sol en cubierta tomándote un tinto de verano,...
Desde luego inmejorable, jeje.
Desde el Puerto de Mogan, pasamos un día en yate, el Blue Marlin.
Avistamiento de delfines, galápagos, peces voladores...
chuletas a la barbacoa a bordo, bebida inagotable...
más actividades acuáticas...
Cala privada donde bañarse con aguas cristalinas...
Todo a un precio insuperable.
El puerto de Mogan es precioso, con canales, adornos florales en las casas, colorido, arquitectura llena de arcos. Pasear por el pueblo es espectacular.
De camino al hotel, pasamos por Puerto Rico, casas blancas, escalonadas en la montaña, y paramos en una playa de postal.
Playa de Amadores, tenía una multiaventura acuática, un hinchable donde hay que pasar pruebas de escalada, balanceo, equilibrios...
y como no, tuvimos que probarlo, David consiguió escalar una pared de 10 metros, yo caí al agua justo cuando estaba llegando a la cima.
Desde luego no desaprovechamos ninguna oportunidad de disfrutar, tanto con las rutas en coche, por parajes únicos, desérticos, acantilados, montañosos, de difícil acceso; encontramos una tetera gigante en mitad de un camino, un molino de agua que parecía un acueducto de piedra, publecitos entrañables donde pudimos degustar magníficas papas arrugadas con mojo picón.
Cómo la oportunidad de ver bodegas que me sorprendieron gratamente al catar sus caldos, y la destilería de Ron más famosa de la isla. Y siempre sin dejar de sorprender, lo bien que sienta tomarte un heladito y una bebida refrescante en una terracita frente al mar.
El barranco de Guayadeque subida impresionante, que lleva a las Casas Cuevas, escarbadas en la roca de la montaña.
En el restaurante, comimos las mejores papas arrugadas de la isla, y un postre llamado "bien me sabe", yo volvería de nuevo, sólo por volver a probar deliciosos manjares.
La Caldera de Bandama, es un cráter impresionante, formado por la implosión de un volcán.
Un habitante ermitaño, vive en su interior. Ufff qué miedo, por muy extinto que esté el volcán, me tendría preocupada pensar que la madre naturaleza se revelara de nuevo...
En fin, justo arriba de la Caldera, hay un campo de golf, y dicen que es el primero que se construyó en España.
Día cultural
El Jardín Botánico Canario es inmenso, bromeábamos diciendo que tres años después, seguiríamos buscando la salida. La verdad es que estábamos muy cansados con el ritmo de visitas a la isla que llevábamos, pero es que realmente era enorme, había diversos caminos que subían y bajaban la montaña, algunos divergían, en mas caminos, convirtiendose en un laberinto natural de árboles y rocas.
Pero sin duda alguna, me encantó ver la hermosura de la vegetación autóctona.
El Museo Tecnologíco de Las Palmas, fue entretenido, lo mejor, poder montar en la cabina de un avión de combate, e incluso en la de un avión comercial de Iberia.
Arucas tiene una iglesia gótica preciosa, parques embaucadores, y descubrimos por casualidad, paseando por sus calles, un museo de la antigüedad, donde podías encontrar la recreación de una barbería antigua, un cine con butacas de madera, vestidores de época, un montón de accesorios antiguos, que incluso podías comprar, cómo un lavabo de porcelana de los años 20 o una máquina de escribir de los 50.
Aunque Arucas es conocida por su destilería de Ron:
Destilería Arehucas
abierta al público, con degustación gratuita de sus rones y licores, a quién le guste un roncito dulce, no puede dejar de probar el ron miel canaraio.
Cenobio de Valerón
Granero que usaban los aborígenes de antaño, para almacenar alimentos, principalmente granos, en pequeñas cuevas familiares.
Cuando tenían un buen año de cultivo, cada familia tenía su recoveco particular donde guardaban sus cereales y frutos secos, bien tapiados con argamasa, para que se pudiera preservar durante años, y acceder a esos almacenajes durante la época de vacas flacas.
Y yo me pregunto, ¿cómo llegaban los aborígenes hasta allí arriba? Porque a nosotros nos han construido unas escaleras super monas bordeando la montaña, y aún así, pensé que no llegaba nunca, así que no me extraña que fuesen sólo de cuando en cuando, como para escalar todos los días la montañita.
Galdar es un lindo pueblo del norte de la isla, y si pasas por allí, no puedes dejar de ver el Museo Arqueológico, a ser posible con un guía que te explique al detalle el significado de la casa pintada, la cultura de los antiguos aborígenes de la isla, o cómo encontraron la excavación.
Que puedes ir leyendo los cartelitos, o las guías audiovisuales, donde lo explican todo muy bien, pero la cantidad de curiosidades, que le preguntamos a la chica que nos guiaba la visita, no hay letrero o pantalla de televisión, que lo explique mejor.
El Roque Nublo son dos rocas enormes en el punto más alto de la isla, donde antiguamente los chamanes de los pueblos aborígenes, realizaban rituales.
Lo mismo digo, ¿cómo llegaban antiguamente hasta allá arriba? Si yo llegué prácticamente asfixiada, bueno también tuvo la culpa la alergia que me provocó el bosque de pinos que atravesamos para llegar, ya que además de no poder respirar, mis ojos no paraban de llorar, pero yo dije que subía y subí.
Por el camino vimos un reloj de sol, y desde arriba del todo se podía divisar a lo lejos, El Teide de Tenerife.
Y bueno ya para terminar mi viaje, os comento mi paso por un parque temático:
Mundo Aborigen.
Nos fascinó tanto la cultura de los aborígenes canarios, que decidimos visitar un parque, un hábitat, que se refería exclusivamente a eso, a cómo llegaron los primeros habitantes a la isla desde África y cómo adaptaron sus conocimientos a estas nuevas tierras, diferente a lo que ellos conocían. Lección que nos llevamos bien aprendida, gracias a nuestra fantástica guía del Museo Arqueológico.
Gran Canarias 2014
Y.L.L.
Contacta conmigo en: blogyolandaluengo@gmail.com
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Pedazo de viaje. Y lo más pintoresco..churrasco en alta mar..jejeje
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