Z04. 11 pm. Tras la primera pista.
En fin, dicho y echo, en cuanto salimos del restaurante, nos dirigimos a la capilla, donde vimos cómo un soldado, no se separaba de la entrada, como si Elisabeth estuviera retenida en su interior, así que fuimos a comprobarlo, con tan mala suerte que kassandra, la Zombie de kassandra, había escapado de los dos militares que la custodiaban, deambulando suelta por las instalaciones, y sabiendo que el simple contacto físico, un toque en el hombro por ejemplo, era suficiente para estar infectados, echamos a correr descontroladamente, y sufrimos la primera separación del grupo, kassandra era pequeñita pero veloz, y por supuesto matona, 100x100 matona, por lo que yo, que no soy muy hábil corriendo, me especialicé en esconderme, me junté con Sheila, y las dos, nos pasamos gran parte de la hora siguiente, escondiendonos entre los matorrales, kassandra pasó un par de veces a nuestro lado, yo creía que acabaría escuchando mi respiración, o incluso los latidos de mi corazón, que cada vez eran más rápidos, cuándo vimos alejarse a kassandra, decidimos salir corriendo por el campo de fútbol, donde nos separamos y me quedé absolutamente sola, al no haber luz, porque las nubes ocultaban la poca luz que nos podía ofrecer la Luna, con tumbarte directamente sobre el césped del campo era suficiente para que no te encontraran, así que cansada de correr sin rumbo, eso hice, la amenaza Zombie seguía presente, pero mi miedo había pasado de por favor que no me vean, a por favor que no me pisen, ya que no podían verme, lo que temía es que me arroyaran, yo rezaba en plan... Por favor que no vengan corriendo hacia donde yo estoy o me llevan por delante.
El tiempo había dejado de tener valor, no sabía si había pasado una hora o dos, cuando apareció un grupo que había rescatado a Lis de la capilla, donde la tenían retenida los militares, la cual tenía una nota escrita por ella, no recordaba haberla escrito, pero sabía que era su letra, ponía que recordaba haber estado en las aulas de la escuela, que sabía que pasaba algo y por eso había escrito esa nota, en plan pista para seguir sus pasos y averiguar qué pasaba.
Una vez todos organizados nuevamente, decidimos ir a la escuela a buscar la siguiente pista, alerta siempre, de no cruzarnos con kassandra, o el caos se desataria de nuevo.
Una vez allí descubrimos a uno de los militares que custodiaba a kassandra, y que se había transformado en Zombie, estaba en estado latente, caminando lentamente entre las aulas, y provocando sonidos aterradores cuando notaba nuestra presencia. Algo que aprendí, es la utilidad de la linterna, los supervivientes nos comunicabamos con otros supervivientes, mediante ráfagas de luz, si encontrabas un grupo de gente caminando a oscuras, enchufabas con la linterna, y si eran supevivientes, respondían con otra ráfaga de luz, ahora,... si no lo eran, ya podías echar a correr, más adelante también descubrimos, que los zombies eran cada vez más listos y capaces de provocar emboscadas.
En fin, allí me encontraba yo, en mi primera supervivencia Zombie, sin vuelta atrás, muerta de miedo, incapaz de mirar a la cara a ese ser que se paseaba por las aulas, inmóvil, al lado de Lis, protegiendola, supuestamente, y viendo un intento de algunos de mis compañeros con iniciativa, distraer al zombie a una de las aulas con las linternas desde el exterior de la escuela, mientras otros entraron en busca de pistas entre una papelera llena de papeles, y cuando salieron corriendo, gritaron que ya tenían la pista, entonces otro Z (Zombie) venía corriendo en nuestra dirección, yo solté a Lis para salir corriendo y la perdí, vi cómo los demás corrían más que yo, así que volví a mi táctica de esconderme entre los matorrales, mientras veía cómo el Z, perseguía al resto de mis compañeros, me sentía fatal, impotente, no tuve valor para entrar a buscar la pista de la escuela, sólo tenía una labor, que era proteger a Elisabeth, y al primer altercado, voy y la pierdo, me separo del grupo y me paso otra gran parte del tiempo sola junto a los matorrales de la escuela, me comunico con mis compañeros, que me indican que las pistas obtenidas son falsas y hay que volver a entrar en las aulas, entonces observo cómo el segundo Z que apareció, otro soldado convertido de WRG, entra en el aula con el primer Z, son listos, capaces de abrir y cerrar puertas, coordinados, parecía imposible poder acceder a las aulas, yo me vuelvo a comunicar por el walkie con mis compañeros, les digo que ahora hay dos zombies en las aulas y que son listos, el resto del campo estaba despejado y no se veía a kassandra por ningún lado, poco a poco, nos empezamos a juntar de nuevo, bueno hasta que aparecía kassandra y vuelta a empezar, esa mujercita, en fin, más bien esa peazo de mujer Zombie, ella solita, nos tubo acoj..., cómo decirlo sin que suene soez, no, no se puede, nos tubo acojonados toda la puñetera noche. Así que cuando conseguimos por fin despistarla, nos reunimos de nuevo en las aulas y yo personalmente decidí, que se acabó, que no podía dejarme dominar por el miedo, que era el momento de participar activamente, y cuando ya no había nadie que se atraviera a entrar dentro para buscar la pista, yo me ofrecí voluntaria, bueno con una condición, que Rambo entrara conmigo para protegerme, ya que sólo me fiaba de él, pues sé, que Iván sería el único, que no saldría corriendo al ver a un zombie, por otro lado es el único que consiguió una tubería, una arma de soft combat, con la que podía reducir a los zombies.
Una vez organizados, unos, distrajeron a los zombies con las linternas nuevamente, a una de las aulas, otros entraron sigilosamente y cubrieron todas las puertas, para que los Zetas no pudieran abrirlas, y yo acompañada de rambo, me recorrí hasta el último rincón de esa escuela que desde fuera no parecía tan grande, y después de varios sustos, y tras recorrer pasillos y aulas, justo detrás de una cisterna de un baño, encontré la pista que había dejado Elisabeth, salí corriendo, eufórica, gritando que había conseguido la pista, mi primera pista, mi primer acto heroico, la adrenalina desbordada por los poros de mi piel, me sentía invencible, con ansias de leer la pista y continuar jugando, una vez nos encontramos todos en lugar seguro, leímos la nota dejada por Lis en la escuela, ponía que se acordaba de su perro con el que jugaba entre la ropa limpia y humeda y dónde tenía que ir a buscar su juguete favorito. Por lo cual decidimos ir a la lavandería a buscar la siguiente pista.
Ya más relajados tras la primera victoria, Sheila y yo, las prudentes del grupo, nos dirigimos a la recepción del hotel, para preguntar dónde se encontraba la lavandería, cuando escuchamos a lo lejos, Z, zeta, zetaaaaaaaa, los soldados zombies, habían escapado de las aulas, y nuevamente éramos perseguidos por ellos, una compañera nuestra, sin advertir que tras el final del Campo había un terraplén, y sin dejar de correr por la persecución del Z, varios compañeros pudimos observar el vuelo y caída libre de un humano, en todo su explendor, al final la chica resultó ilesa, pero menudo susto nos dio.
Aparecieron los militares, y redujeron a los Zetas, y los llevaron al laboratorio para que nuestro doctorcito, experimentara con ellos, y establecieron un toque de queda, todo aquel que permaneciera fuera de sus habitaciones, sería fusilado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario