Z13. 10 pm. "La cena"

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  Z13. 10 pm. "La cena"

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Todo el personal del complejo era ya Zombie, la recepcionista, los camareros, los cocineros, y todos ellos actuaban bajo un poder que los controlaba, el señor Director y sus ojos rojos brillantes. Los pocos militares que quedaban, supuestamente nos protegerían durante la cena, "nuestra última cena".

Un camarero Z, salió de la cocina con una bandeja de ojos, cerebros y testículos, anunciándolos como nuestra cena, la cuál nos la hicieron probar uno por uno. Menos mal que después de probar un repulsivo bocado, nos sacaron la cena de verdad, durante la cuál el teniente Artillero, nos explicó que la llave de la armería, que se encontraba dentro de la capilla, la llevaba su hijo encima, cuando le mataron, y él, que se resistía a abandonarlo indistintamente fuera Zombie o no, lo sacó del recinto, a un par de kilómetros de allí, y nos enseñó un mapa que dibujó en una servilleta, de cómo llegar hasta él, pues tendríamos que ir a buscarlo si queríamos obtener la llave para abrir la armería y conseguir las armas, y él se encontraba demasiado afectado para hacerlo, el problema era, que nadie sabía cómo llegar hasta allí, sólo el doctorcito había conseguido salir y volver con vida fuera de las instalaciones. La cuestión es, que sin compañía militar, el doctor Bremen no era nadie, sólo un pobre hombre asustadizo, y no se arriesgaría a llevarnos, si no le ofreciesemos seguridad y algo a cambio, un espécimen para sus experimentos. Así que durante la cena debatíamos, quién se sacrificaría por el grupo, o las posibles opciones que se nos ocurriera, para no tener que llevar a cabo el sacrificio de un componente de los nuestros,

yo hubiese votado por Elisabeth, que esa noche daba más miedo que nunca con esos ojos amarillos radioactivos, pero bueno, ella era a la que había que proteger, así que mejor no proponer nada, no fuera que al final acabara yo sacrificada.

Además, el doctorcito, también nos confesó, que le quedaban muy pocas dosis de las vacunas, y que probablemente esa noche ya no habría para todos, así que ya me fui haciendo a la idea, que cada vez habría más Zombies y menos supervivientes.

El señor Director, se levantó de la mesa y se dirigió al teniente Artillero, cogió el móvil y nos mostró a todos una foto del hijo del teniente convertido en Zombie, atado a una puerta de la central eléctrica, donde se encontraba, nos preguntó que quién sabía dónde estaba, pero nadie respondió, entonces cogió una pistola y disparó al teniente, volvió a preguntarnos, pero es que realmente, nadie sabíamos dónde estaba ese lugar, Dani miró al doctorcito, él se levantó, se dirigió a donde yacía el teniente, tumbado en el suelo, junto a la mesa de postres, que yo todavía no había cogido, por cierto, sacó un vial del bolsillo de su bata, lo abrió y lo derramó encima del teniente, y dijo: "ups, se me cayó" y yo pensé, ¡genial! pues ya me quedé sin postre, porque cualquiera se acerca al teniente que puede despertar siendo un Z en cualquier momento. El señor Director salió del comedor con kassandra y el doctorcito, y le dijo a nuestro sargento, que se encontraba fuera vigilando la puerta del restaurante, que entrara a vigilarnos, y que no dejara salir a nadie.

Todos estábamos atemorizados, ¿nos iban a dejar allí, sabiendo que el teniente estaba a punto de transformarse? Pero nuestro sargento, al ver al teniente, que daría su vida por él, muerto, tirado en el suelo, enfurecido y apuntándonos con su metralleta, nos dijo, que le contáramos qué había pasado, o nos mataba a todos, supongo que ese era el plan desde el principio del señor Director, que todos acabasemos muertos, para transformarnos en Zombies y poder controlarlos a su antojo. Menos mal que nuestro sargento abrió los ojos, le explicamos lo que había pasado, y que si queríamos conseguir la llave del hijo Z del teniente, tendría que ayudarnos, escoltando al doctorcito en nuestro recorrido por el exterior del recinto, pero teníamos que darnos prisa, el teniente se despertaría como Z en cualquier momento. Así que me acerqué a la mesa de postres, pillé una manzana para el camino, y salimos del restaurante inmediatamente. Fuimos al laboratorio para buscar al doctor Bremen, pero no estaba allí, en una pizarra Blanca, bien grande ponía; "he salido a buscar jovenzuelas para distraerme, enseguida vuelvo". Así que nos pasamos media hora buscando al doctorcito por el complejo, hasta que dimos con él.

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