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viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Qué es la navidad?



¿Qué es la navidad?



Todos los años el frío pueblecito de Jaime decora un gran árbol a las afueras, con adornos de navidad. Todos colaboran, colocando las luces, las bolas, los bastoncillos de caramelo, incluso los más jóvenes le hacen un muñeco de nieve guardián, para que el árbol, esté bien acompañado durante las fiestas.

El pueblo entero se llena de luces y colores, espumillón, y adornos, dulces y muñecos de nieve, y la gran estrella reluciente del árbol, indica a los forasteros, la llegada de La Navidad al pueblo.
Caminar por sus calles resulta espectacular, y las personas son muy amables, una vez al año, parecen olvidarse las riñas de vecinos, y todo parece mejor, a Jaime le encanta esta época del año, le gustaría que siempre fuese Navidad, hasta la comida de navidad es mucho más rica, y puede comer dulces, que durante el resto del año, ni si quiera los fabrican. Jaime de camino a casa iba pensando, en... ¿qué era la navidad? y... ¿por qué tenía que terminar? Él quería que fuese Navidad todo el tiempo.

La casa de Jaime también había quedado realmente preciosa, cómo todas las demás, en esta época del año. Las iba mirando por el camino, y no entendía por qué después de acabar la Navidad, todos esos adornos desaparecerían.
Su padre le esperaba en casa con la chimenea encendida, sentado en su butaca junto al árbol de navidad.
Viendo la cara de su hijo, totalmente pensativa, extendió sus brazos y le indicó que se sentará encima de sus rodillas.

¿Qué es la navidad? Le pregunta Jaime a su papá.
Buena pregunta, piensa el padre, y decide darle la explicación simple, la más común:
es una de las festividades más importantes del cristianismo, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén.
Jaime se queda mirándolo y le dice:
eso ya lo sé papá, pero yo quiero saber más, quiero saber el significado de la Navidad, por qué en navidad todo es mejor y después todo desaparece. Las personas son más amables en navidad, la comida es más rica, las calles tienen más luces y están más bonitas, llenas de vida. Es como si al celebrar el nacimiento de Jesucristo, celebrásemos el nacimiento de todo lo bueno. Pero después de acabar la celebración, todo vuelve a la normalidad, la gente está otra vez triste con los problemas de siempre, todos los días a comer lo mismo, ya no hay luz por las calles. No entiendo por qué todo eso tiene que desaparecer, es como si naciera y muriera a la vez. Yo creo que la celebración, debería empezar al nacer y continuar toda la vida. Yo quiero que sea Navidad todos los días.
El padre observó a su hijo, asintiendo con la cabeza, pues tenía razón en lo que decía, y se dio cuenta que su hijo, tenía un propósito, una misión, y era lo suficientemente maduro, para realizarla. Así que le propuso una idea:

Jaime, tú eres un chico listo y de buen corazón, y además tienes un don, eres capaz de transmitir a los demás, la buena energía que desprendes, esa positividad y sabiduría, tienes que hacerla llegar al resto del mundo, difundir tu idea. Hacer que todas las personas sientan en su interior la Navidad, todos los días de su vida.
Es una misión muy importante y muy difícil de llevar a cabo. Por eso, tienes que pensar muy bien lo que vas a hacer. Y pase lo que pase, aunque la gente no parezca escucharte, tienes que seguir intentándolo, y jamás darte por vencido. Crees que... ¿podrás hacerlo?

Jaime se quedó pensando, él era listo sí, pero sólo era un niño, ¿cómo un niño tan pequeño, puede cumplir una misión tan grande? Cansando de pensar se fue a la cama para ver si le llegaba la inspiración en sus sueños.


Los sueños son algo maravilloso.
Jaime, soñó toda la noche, las ideas viajaban por su cabeza, y en el mundo de los sueños todo es posible, un pequeño niño es capaz de llegar al gran universo, si se lo propone, incluso las pequeñas cosas, las pequeñas acciones, pueden convertirse en algo grande de verdad.
Por eso descubrió la forma de celebrar todos los días la Navidad, el nacimiento de todo lo bueno. 
Lo único que tenía que hacer, era sonreír, mostrar una sonrisa a cada persona que se cruzase en su camino, contagiar a la gente de buen rollo, para que cada persona pudiera sonreír a las demás, y así llenar el mundo de positividad.




No olvidéis sonreír, a la familia, los amigos y por qué no, también a los desconocidos, pon una sonrisa en tu rostro al caminar, y podrás observar, cómo les cambia la expresión facial a los demás.
Decora la Navidad con una sonrisa.







Feliz Navidad






Y.L.L.
Contacta conmigo en: blogyolandaluengo@gmail.com
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1 comentario:

  1. Qué bonito Yolanda me ha encantado, y a mi hijo le ha gustado mucho, que el protagonista se llame como él.

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